Debate 5.2.

En la administración de repositorios institucionales los servicios de información de cada institución suelen centralizar la carga y descripción de los documentos generados por los miembros de cada institución. Por ejemplo, una bibliotecaria universitaria suele ser la unidad responsable de impulsar la publicación de versiones pre y post-print de artículos académicos de los profesores e investigadores. A menudo, esta tarea se centraliza porque los miembros de la institución no tienen el tiempo o los conocimientos para realizar tareas de autoarchivo.

¿Qué ventajas e inconvenientes puede aportar al debate en relación a la conveniencia de promover el autoarchivo entre los miembros de las instituciones que poseen un repositorio? ¿Qué beneficios obtendrá un profesor universitario que publique y describa sus artículos en el repositorio institucional, sin esperar a que lo haga la biblioteca o el servicio de información responsable?

 

Aportación personal

 

Las ventajas del autoarchivo entre los miembros de la institución, son principalmente las ventajas que le proporcionarían al investigador, que serían la inmediatez en la publicación, una mayor visibilidad para el autor, un mayor prestigio a su investigación, con lo que le aportará mayor ranking en los índices de impacto.

Otra ventaja sería la menor dependencia del bibliotecario o responsable del repositorio, lo que aumentaría aún más la rapidez en la publicación, al disminuirle de carga de trabajo si todos los productores de documentos se responsabilizan de su propia producción.

Por otra parte opino  como mi compañero, en las instituciones públicas debería ser un requisito casi obligatorio que todos sus miembros publiquen la mayor parte de sus trabajos de investigación realizados en esta institución en los repositorios en los que trabajan, para que todos los miembros conozcan el trabajo y dé prestigio no sólo al autor, si no también a la institución.

Los inconvenientes que pueda tener el autoarchivo serían el desconocimiento del investigador o profesor de los procedimientos a seguir, lo que implica que el bibliotecario deba asesorar e invertir tiempo en la formación individual, aparte de la que ya se haya hecho; otro inconveniente es el de corregir errores, sobre todo en la descripción, puesto que si no se hace los documentos caerían  en una dispersión y no estarían bien clasificados, y no podrían recuperarse.